El pasado domingo, 15 de junio, murió, a los 62 años, el genio de los efectos especiales Stan Winston. Durante 7 años luchó contra un mieloma múltiple, es decir, un cáncer en la médula ósea y finalmente perdió la batalla mientras dormía en su casa de California.
El mago-creador de fantasías ha muerto pero nos deja un importantísimo legado, no sólo para los aficionados al fantástico, sino para todo buen cinéfilo.
Recordemos que Winston llegó a Hollywood a finales de los sesenta y fue a principios de los ochenta cuando su recién creado estudio de efectos visuales fue incluido en la producción de "Terminator", de James Cameron. A partir de ese momento comenzaría una carrera repleta de éxitos: Óscar a los Mejores efectos especiales por "Aliens"; fue el responsable del maquillaje y las "manos" de Eduardo Manostijeras; creador del alienígena de "Predator"; trabajó en los efectos de maquillaje de "La cosa", de John Carpenter; consiguió dos Oscars más por los efectos especiales y el maquillaje en "Terminator 2: el juicio final"; se encargó de los dinosaurios en "Jurassic Park III", por los cuales ganaría, por cuarta vez, el Óscar; y, también, fue el reponsable de los efectos especiales en "Big Fish" y, la más reciente, "Iron Man".
Este hombre menudo, nacido en Virginia, Estados Unidos, en donde se graduó en Bellas Artes, quiso ser actor pero el destino hizo que no lo consiguiera y que todo su talento se mostrara a través de la creación de maquillajes, efectos visuales y animatronics. Antes de abrir su propio estudio, Winston se incorporó a la Disney como aprendiz de maquillaje y prótesis.
Su primer trabajo fue en la producción para televisión "Gárgolas", en 1969. Le seguirían el musical "The Wiz", dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por un Michael Jackson transformado en espantapájaros; y, aparte de las ya mencionadas, también trabajó en "Batman vuelve" (fue el responsable de la terrible y estrambótica apariencia de Danny De Vito como "El Pingüino"); creó el maquillaje para las criaturas de "La isla del Doctor Mureau", en 1996 y diseñó los animatrónicos para "Pequeños guerreros" e "Inteligencia Artificial".
Habría mucho más para contar acerca de la gran obra y el estupendo trabajo de Stan Winston que ya pertenece a la historia del cine. Sirva esto como humilde y emotivo homenaje a este pequeño gran hombre que, en la actualidad, trabajaba en los nuevos diseños para la cuarta entrega de Terminator y cuya obra merece pervivir en la memoria cinematográfica colectiva junto a las creaciones de otro grande, su admirado Ray Harryhousen.
Por siempre, Stan Winston.
D.E.P.
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